Cine y publicidad

En la sociedad actual, el cine es una de las áreas culturales con mayor poder de influencia y difusión. Además de ser una herramienta de entretenimiento para los diferentes públicos, también sirve como instrumento de denuncia, reivindicación o expresión de los ideales de los diferentes directores.

El mundo cinematográfico se ha visto muy influenciado por el mundo de la comunicación en general, lo que incluye el periodismo y la publicidad o las relaciones públicas.

Muchos y muy variados films se han desarrollado alrededor del mundo de la comunicación a lo largo de la historia del cine, pero vamos a centrarnos en un enfoque más moderno y actual, que es el que a día de hoy ejerce una verdadera influencia sobre nosotros, al menos una influencia directa.

¿Quién no recuerda películas como En qué piensan las mujeres?  En este film se utiliza la figura de un publicista sin escrúpulos que tras sufrir un accidente adquiere un extraño don -escucha los pensamientos de las mujeres- esta figura sirve como base para realizar una crítica a la “manipulación cultural” que se produce en la sociedad actual, en la que intenta reflejar la represión mental que ha aplastado la libertad de pensamiento de mano de los medios de comunicación, concretamente de los periodistas y publicistas, quiénes debido a su capacidad de influencia han creado una sociedad en la cual la discriminación positiva se considera un avance, o en la que se llega a confundir la igualdad con la paridad.

¿El Gran Carnaval? Quizá esta película sea recordada en menor medida por la población pues se trata de una película realizada por Billy Wilder en el año 1951, pero no por ello menos importante. Este film basa su argumento en un periodista sin escrúpulos que pasa por una mala época de su vida debido a su adicción al alcohol. Tatum, el protagonista aprovecha que un hombre ha quedado sepultado en una montaña sagrada india para hacerse famoso y abandonar así el pequeño periódico en el que trabajaba en Alburquerque. Consigue convertir la tragedia de aquel hombre en un verdadero circo mediante la manipulación de todo aquel que puede y que se encuentra cerca del hombre sepultado, adquiriendo el poder absoluto de la información.

El resultado de esto es otra película realizada como crítica al mundo del periodismo sensacionalista, a la prensa y a la política.


Otro ejemplo claro es el film de Alex de la Iglesia protagonizado por Alex de la Iglesia, La Chispa de la vida, este habla de un periodista que alcanza el éxito cuando se le ocurre el famoso slogan “Coca-Cola, la chispa de la vida”, tras pasar su momento de gloria se ha convertido en un hombre desesperado que en su búsqueda de una nueva oportunidad sufre un accidente y se ve atrapado en medio de un teatro romano con una barra de hierro clavada en su cabeza y que lo tiene completamente atrapado. Ante la agonía que supone encontrarse entre la vida y la muerte decide convertir su desgracia en un negocio. Así se convierte en el centro de atención de los medios de comunicación, poniendo en relieve el morboso interés que mueve a la sociedad.

Esta película reflexiona sobre el poder de los medios de comunicación y la irónica sociedad en la que vivimos, se trata de una denuncia a la pérdida de valores sociales ante la que nos vemos inversos.

Con todo ello vemos que en todas las películas se tacha a los publicistas por su supuesta falta de escrúpulos, bueno a los publicistas y a todos los medios de comunicación de masas,  ¿es esto un reflejo de la realidad? O ¿es únicamente un modo simple de denuncia? Juzguen por ustedes mismos, pero desde mi humilde punto de vista se trata de una simple y extrema generalización. Obviamente todos sabemos que nos encontramos inmersos en un mundo en el que generalmente ha habido una pérdida de valores en todos los ámbitos de la vida, pero esto no significa que todos los profesionales del mundo de la comunicación se encarguen de promover dicha pérdida. Simplemente se trata de películas que nos invitan a reflexionar sobre el precio que tiene la dignidad humana y el precio a pagar por simple codicia.

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